Carta a una rosa marchita

 1sep 2020

Carta a una rosa marchita

Son muchas vivencias las que hemos pasado juntos ya, son muchas las experiencias que cargamos a nuestras espaldas y son tantas las cosas que se podrían contar, que en una simple carta escrita a mano no podrían caber...

Yo te vi llegar a mi vida, yo te acogí entre mis brazos y yo decidí empezar a cuidarte. Cada día te regaba, te mimaba e incluso te cantaba. ¡Recuerdas? Tú eras tan feliz, que me hacías sonreír con tan sólo verte. Tu felicidad completaba la mía, y tu existencia llenaba mi vida de color, porque cada día que pasaba me hacías sentir más lleno, y el corazón menos triste...

Poco a poco crecías, yo te vi crecer... Aquella pequeña semilla, la cual no se gustaba a sí misma empezaba a cambiar y a tomar su verdadera y bella forma. "¡Mira, estoy creciendo!", decías... "¡Corre, ven!¡Mis primeras hojas!" gritabas....el viento se hacía cómplice al hacer tu voz más fuerte.

Ni te imaginas cuán feliz me hiciste aquella vez que me despertaste al amanecer... "¡Mis primeros pétalos, son preciosos!", y vaya si lo eran... Siempre has sido bella, siempre has sido preciosa, y siempre te he querido por ello...

Al igual de bella, eras curiosa, y nunca dejabas una pregunta al aire sin ser contestada...

- ¿Ese bicho me puede hacer daño? -

conteste.

- Tranquila, es una abeja, no tienes porqué preocuparte. Tan sólo pica cuando se ve en peligro. - "

" - ¿Y por qué a algunas plantas se le caen las hojas y a otras no? -

respondí. Es un mecanismo de protección por el cambio de estaciones, pero tu no te preocupes, en casa estarás a salvo de cualquier temperatura. - "

" - ¡Uy! ¿Qué es esto?

- Se llaman espinas, y ten cuidado, no vayas a pincharte -

- Y, ¿para qué sirven?

- Pues no lo sé... Para defenderte, supongo... -

- ¿Defenderte?¿De quién?¿De ti? Tú nunca me harás daño, lo sé... - "

Siempre has sido inocente y siempre te he hecho creer que no había ninguna como tú. Que te tendría que cuidar, ya que una flor tan bella no podría existir en otro lugar y tendría que protegerte sobre todas las cosas. Siempre has creído que eras única en el mundo, y no es del todo mentira, ya que en mi mundo, lo único que hay eres tú...

Lo siento, pero no aguanto más. Tenía que decírtelo antes de nada, porque veo que te marchitas y veo que sufres. El tiempo pasa y todo llega a su fin. No quiero seguir viendo cómo te marchitas y cómo sufres por ello, porque eso me apena. Me apena que estemos sufriendo los dos...

Lo siento, pero he tomado una decisión. No me pondré guantes por tus espinas cuando lo haga, me parece muy egoísta ser el único que no sufra. No te preocupes, trataré de ser lo más breve posible y que sea lo menos doloroso para los dos. Afilaré la cuchilla para que el corte sea limpio y rápido.

No me olvides, y siempre piensa que me hiciste feliz, e hiciste feliz a un corazón que ya no recordaba lo que era la felicidad. Un corazón en el que siempre tendrás un hueco en el que brotar, crecer y florecer, y sobre todo, ser feliz.

Te quiere, siempre tuyo:

Quien siempre te amo.


Comentarios

Entradas populares